El camino a seguir

Gerardo Arévalos convirtió su cuarto gol en el torneo, alcanzó

 a Adalberto que no jugó por lesión.

El Rayadito por fin ganó. Con carácter el equipo de Castro fue superior a su rival Rubio Ñú, al que lo venció en su cancha por 3-1, consiguiendo así su primera victoria desde su ascenso a Primera División.

Llegó el ansiado triunfo del Sportivo San Lorenzo, que tras nueve jornadas disputadas en el Torneo Apertura se hizo sentir. Una victoria importantísima, teniendo en cuenta el rival al que enfrentó, Rubio Ñú, que al igual que el Rayadito, está en zona de descenso.

San Lorenzo supo administrar futbolísticamente sus recursos. Generó peligro cuando tuvo sus aproximaciones al área rival y defensivamente no tuvo muchos problemas, aunque hubo momentos en los que el conjunto de Santísima Trinidad lo tuvo contra su arco y lo pudo haber empatado.

Por primera vez en el torneo el Rayadito logró ponerse en ventaja con dos goles de diferencia, ya que el primer tiempo se fue con el 2-0 a favor del Santo, con goles de Gerardo Arévalos a los 16’ PT y de Ariel Estigarribia a los 31’ PT.

Para la complementaria el Rayadito salió con una modificación en defensa, donde Derlis Riveros ingresó por Héctor Sosa, quien sintió un problema en la rodilla. 

Rubio Ñú consiguió descontar a los 22’ ST a través de Juan Núñez que acababa de ingresar. Fue ahí cuando el Rayadito tuvo un poco de desorden y nerviosismo, situación en la que el local intentó aprovecharla a su favor, pero en defensa San Lorenzo casi siempre estuvo sin problemas, pero ofensivamente ya no proponía, porque con los cambios que hizo el entrenador César Castro (Joel Román y Sergio Órteman, por Carlos Pereira y Rodrigo Jacquet respectivamente) el único delantero fue Gerardo Arévalos, que hizo un desgaste físico impresionante.

El local tiró toda la “carne al asador” y seguía generando situaciones para empatar, pero en un letal contragolpe Gerardo Arévalos le dio un pase a Sergio Órteman, que al percatarse de la posición solitaria en la que estaba Joel Román le cedió el balón y éste con todo el tiempo se acomodó y definió sin problemas, sentenciando el 3-1 a los 46’ ST.

Así como Rubio Ñú generó situaciones para empatar el encuentro, el Rayadito también desperdició unas cuantas jugadas claras, sobre todo en el primer tiempo. Pero esta victoria, ante un equipo muy bueno como Rubio Ñú, permite soñar con el que San Lorenzo pueda lograr el objetivo de permanecer en Primera.

Si bien es cierto, los puntos perdidos ya no se recuperarán, pero hay tiempo de sobra para salvar este “barco” y es bueno que el Rayadito deje de desperdiciarlo. Ojalá éste sea el despegue definitivo, aún faltan algunos partidos que ganar para acomodarse mejor, sigamos por este camino.