[Editorial] “240 años y seguimos en el atraso”, es duro decir esto en un momento de festividad tan importante como la que estamos viviendo, pero es necesario resaltar lo tan castigado que esta San Lorenzo y lo preocupante que esto resulta; por esta razón, al margen de las cosas positivas que venimos destacando; es oportuno señalar que gran parte de nuestra clase política debe sacarse la careta y trabajar por la ciudad.
La pesada herencia de sucesivas administraciones de nuestra comuna, más la incapacidad de los que hoy dirigen los destinos de nuestra ciudad, llenándonos de pretextos diarios, han hecho que San Lorenzo colapse por donde se lo mire.
Los problemas del transporte interno de pasajeros siguen, nadie los controla debidamente; así como la falta de un eficaz ordenamiento en el tránsito, igualmente en lo urbanístico y en la infraestructura física de la ciudad. Y por supuesto el trabajo cultural no queda atrás, un ejemplo claro de ello es la pobre y reiterativa propuesta del programa oficial de festejos, esta vez los señores de la Comisión de Festejos no se tomaron ni siquiera la molestia de actualizar la fachada del Palacete Municipal del referido programa.
Por ahora la nueva administración municipal asumida semanas atrás por el nuevo Intendente Ramón Gill (ANR), sigue sin despertar demasiadas expectativas.
Pero hay que ser realistas, el Intendente Gill grandes cambios ya no podrá lograr, puesto que el tiempo que le corresponde gobernar es corto.
No obstante, su compromiso asumido públicamente de trabajar por la ciudad queda expectante. Tal es así, que es de esperar que el Intendente Gill exija a los directores y funcionarios a trabajar como corresponde; en consecuencia, cambiar a aquellos “inoperantes o calienta sillas”.
Gill tiene la obligación y ciertos poderes, además del tiempo para lograr algunos cambios básicos en la administración municipal; ejemplos: La transparencia y la optimización en la gestión administrativa, también el mejoramiento de las calles céntricas y barriales; la descongestión del tránsito con entradas y salidas alternativas a la ciudad, el despeje de las calles y veredas, una mejor planificación y organización de la recolección de basuras, así como la limpieza, entre otros.
Estos 240 años de aniversario fundacional de San Lorenzo del Campo Grande, no solamente debería de servir para un momento de festejo, de la misma manera es una buena oportunidad para reflexionar sobre lo tan castigado que esta nuestro querido San Lorenzo.
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