[Editorial] La Municipalidad debería ir planeando como mitigar la anunciada llegada de El Niño que se prevé impacte negativamente al país entre los meses de octubre y diciembre. Los arroyos San Lorenzo y Tayazuape son los recursos hídricos más importantes de la ciudad que por lo general en momentos de mucha lluvia se ven desbordadas, debido a la falta de mantenimiento de sus cauces y la inconsciencia ciudadana, que arrojan sus basuras a los arroyos.
San Lorenzo se notó muy castigado en varias ocasiones a raíz de la falta de planificación, barrios como Yberá, San José, San Juan, Santa María, San Isidro, San Francisco, Ñu Porá, Santa Librada, Tayazuape, Lérida y otros, se vieron terriblemente afectados con el desborde de los arroyos.
El 30 de mayo pasado la Municipalidad ha procedido a limpiar, profundizar y ampliar los margenes de los arroyos mencionados, pero no concluyó aquella oportuna tarea, faltando así las zonas de San Blas, San Ramón y Ñu Porá.
Como administrador de la ciudad, el Ejecutivo Municipal debería impulsar nuevamente la tarea de retomar la limpieza de los arroyos, un trabajo en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), como fue en esta última limpieza, donde el MOPC facilitó una "retroexcavadora oruga".
Sabemos que mantener los cursos hídricos de la ciudad en condiciones no es fácil, debido a que a ello hay que agregar la inconsciencia ciudadana, que lejos de cuidar estos recursos lo empeoran día a día arrojando sus basuras, ante la total inacción de las autoridades. A estos efectos, el Intendente Ramón Gill debería de presentar un proyecto que implique técnicamente la limpieza, su fiscalización, de cómo mantener los causes libres de basura, y de llevarlo a cabo en el menor tiempo posible, de modo a evitar futuras inundaciones.
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