Correcta posición del Director de Obras

[Editorial] El jueves pasado el Director de Obras, Fredy Vera, finalmente anunció que recomendará a la Junta Municipal suspender los trabajos de remodelación del incendiado comedor del Mercado Central, además de desalojar a un grupo de vendedores, tras identificarse problemas con la estructura. Por lo que sería importante que la Institución Municipal no recule ante las eventuales presiones de los trabajadores; incluso, ya denunciadas por Vera.

Un sector de los vendedores del Mercado Central presionan para que los trabajos de remodelación en la zona del conocido comedor continúen con el proyecto inicial, otorgado mediante licitación a la empresa NSK Construcciones (financiado por la Itaipú Binacional). Es conveniente recordar que esta empresa tomó la obra antes del incendio del Mercado, vale resaltar que la zona en cuestión se vio gravemente afectada con el incendio del pasado cuatro de abril –no es menos importante tener en cuenta los más de 30 años que lleva esa estructura edilicia. Conforme a la recomendación del estudio patológico de la estructura de hormigón, de cambiar de lugar el baño público. Además de la falta de estudio (admitido por los encargados de la obra) del techo metálico, que a toda vista resulta un peligro. Sin embargo, los trabajadores insisten para que se de continuidad al proyecto inicial (salvo el baño [contradictoriamente], para que siga en su antiguo lugar).

Lo curioso del caso es que según el Director de Obras esta dependencia remitió un informe a la intendencia de modo a tomar una decisión, si se sigue o no con los trabajos de remodelación. Pero, aparentemente el informe quedó por el camino, lamentablemente; mientras el riesgo corría...

Bien decía en la última sesión de la Junta Municipal el Concejal Alberto Quintana (PLRA): “Lo primero que se tiene en cuenta en cualquier construcción del mundo es la seguridad”. 

No caben dudas que la cuestión de seguridad mencionada oportunamente por el Concejal Quintana fue un asunto que pasó por alto. Sin importar lo eventualmente catastrófico que resultase un desplome.

En cualquiera de los casos, hoy con buen tino la Dirección de Obras recomienda a la Junta Municipal paralizar los trabajos y desalojar por seguridad a los vendedores del lugar. 

Los humildes trabajadores deberían de comprender la gravedad del asunto y buscar alternativas junto a las autoridades, en lugar de presionar. Sabemos perfectamente la necesidad del trabajo, pero ello no debe ser objeto de violación a las normas de convivencia social. No obstante,  es de esperar que las Autoridades Municipales encuentren una inmediata solución a este problema, “que no tiene color ni partido”.