Lo último

Lo Último

23 de noviembre de 2015

Con Ramón Gill poco y nada cambió, por lo que resulta una decepción

De alguna u otra forma se esperó que el actual Intendente Ramón Gill (ANR) introduzca cambios mínimos e importantes en estos cinco meses, considerando aquel discurso de trabajo, organización y transparencia. Pero Gill resultó ser una decepción. Ni siquiera se sabe si este realizó un corte administrativo, teniendo en cuenta los escándalos que rodearon a su antecesor. Lamentablemente Gill está pasando en la fila de los intendentes que han decepcionado a los sanlorenzanos.

Ramón Gill asumió el cargo de Intendente Municipal el 29 de julio de 2015, en una sesión apresurada y sorpresiva realizada por los señores concejales, en reemplazo del hoy reelecto Albino Ferrer. 

Para empezar, si hay algo que se puede destacar con seguridad de su administración es el desempeño que viene teniendo el Director de Aseo Urbano, Pablo Pérez, que a pesar de las limitaciones en dicha dependencia, ha sabido responder a las necesidades urbanas –es preciso señalar que Pérez no fue nombrado por Gill; Albino Ferrer lo nombró antes de su renuncia al cargo. Por lo demás, resulta intolerable que Gill mantenga en el cargo a algunos calienta sillas como al Director de Tránsito y a otros que en su momento nombraremos.

En su recordado discurso mencionó dos temas importantes del cual se ocuparía en su gestión: Organización y Transparencia, pero ninguno de los dos, lamentablemente. Más bien continúo con algunos trabajos proyectados por Albino Ferrer, nada más, nada que admirar en su gestión…, el Intendente ni siquiera comunicó su respectivo corte administrativo, nada se sabe al respecto, tampoco a transparentado propiamente hasta hoy su gestión como corresponde.

Sabemos que el tiempo es corto, con poco dinero para administrar y una sobrepoblación de funcionarios; sin dudas, complica la tarea política y administrativa. Sin embargo estos cinco meses hubiesen servido para un plan a corto plazo, estratégico y creativo, que pueda contener las demandas básicas como el problema del tránsito y el ordenamiento urbano que requiere la ciudad, y así quitar el mayor provecho posible de los recursos disponibles. Pero está visto que Gill no tiene ninguna idea ni proyecto, su permanencia en el cargo aparenta ser solo a los efectos de satisfacer sus necesidades económicas y políticas.

Dijo en sus primeros días como Intendente que le gustaría salir por la puerta de adelante, dejando en alto su nombre, pero en estas condiciones hay muchas dudas de que vaya a salir como tal, lamentablemente Gill está pasando en la fila de los intendentes que han decepcionado a los sanlorenzanos.


No hay comentarios :

Publicar un comentario

Print Friendly and PDF