Activo, trabajador y muy desprendido, ese fue el pa'i Giménez, una de las tantas figuras desconocida en nuestros tiempos, pero sobresaliente. Un hombre que sirvió a su comunidad y a la Parroquia durante 20 años, en aquella época trabajo bastante para la construcción del nuevo Templo Parroquial.
El pa'i José María Giménez sirvió a la parroquia durante veinte años. Todavía algunos lo recuerdan llamando a la gente con el toque de campana al termino de la misa dominical. Llegaban hasta él los jóvenes, niños y niñas, adultos, madres de familias, vendedoras, todos dispuestos a partir en caravana hasta la cantera “Meyer” ubicada en el kilometro 16, a fin de traer piedras para los cimientos del nuevo templo parroquial. Recordemos que en 1915 se colocó la piedra fundamental del templo durante el curato del pa'i Giménez.
“Todas las piedras y ladrillos usados para la construcción de la iglesia de San Lorenzo se trajeron sobre el lomo de la comunidad sanlorenzana”, dice don Próspero González Meyer.
“Algunas mujeres traían una piedra sobre la cabeza, otros sobre el hombro, en una larga procesión de fieles que avanzaban cantando hacia la obra con el cura al frente. Algunos domingos –prosigue don Próspero– íbamos a Kamba Kuá y cantando alabanzas traíamos más de 3.000 ladrillos en una sola caminata. Ese pa'i fue muy querido por todos y esas caminatas eran una fiesta para todo el pueblo”.
Tomado del libro “San Lorenzo del Campo Grande Memoria Histórica” de Margarita Durán Estragó
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