Una oportuna charla que evidenció el real manejo del Presupuesto Municipal

[Editorial] El conocido municipalista Juan Sotelo realizó el pasado 30 de noviembre en la Biblioteca Municipal un taller abierto sobre Presupuesto Municipal, previo a la charla conversó con nuestro programa asociado en radio Sembrador FM, en la ocasión fue abordado acerca del tan mentado atraso de salarios en la Municipalidad de San Lorenzo, dijo que la falta de elaboración de un plan financiero sería la principal causa de los atrasos de haberes a los funcionarios municipales, pero en realidad la cuestión va más allá, lo que evidenciaría el festín municipal.

Como pocos, el especialista en Administración y Finanzas Municipales Juan Sotelo, ofreció una charla sobre manejo de Presupuesto Municipal, y desde luego la participación no fue la deseada, lamentablemente, y mucho menos departe de los electos concejales que a fuerza de ser sincero, varios de ellos mostraron mucho desinterés por el presupuesto a lo largo de la campaña política –¡Paradoja! Estos deberían ser los más interesados al igual que los presidentes de comisiones vecinales, con la salvedad de la participación del electo Edil Alfredo Lezcano y algunos presentes que aprovecharon el momento –bien por ellos.

Para recordar, si bien la recaudación empieza a disminuir en el segundo semestre del año, el especialista Juan Sotelo dio una sencilla pero brillante explicación acerca de esta realidad financiera que afecta a la administración comunal y que permite algunas conclusiones. Manifestó que los municipios tienen sus altas en los primeros seis meses del año y sus bajas en los restantes, dijo que “los  ingresos municipales en impuestos, tasas y contribuciones se producen en los primeros seis meses del año, de aquí la importancia que se elabore un plan financiero, de tal manera a que la distribución de los recursos tengan que ser equitativo, desde el primer mes de enero hasta diciembre”.

En realidad, se trata más bien de una cuestión de honestidad y respeto a la Ley Orgánica Municipal –que establece es su artículo 179 un límite al gasto en “servicios de personales”– es decir respetar el presupuesto y no abarrotarlo de planilleros, además de contratados, tal como ocurre posiblemente ¿O como explican que estos rubros no hayan estado previstos? Tal es así que la administración de turno se vio desesperada y obligadamente a recurrir a préstamos bancarios para cubrir los salarios. 

Efectivamente, la oportuna explicación brindada por Sotelo nos muestra que sencillamente no se respetó el “plan financiero”, puesto que de ninguna manera se puede atribuir ignorancia alguna a las autoridades en esta materia, por cuestiones obvias.

Sin mucho que esperar, cabe simplemente idealizar que alguna vez la Contraloría General haga mejor sus trabajos y que la ciudadanía organizada sea más exigente con sus autoridades, a partir de aquí podríamos empezar soñar con el fin del despilfarro de recursos.