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12 de abril de 2016

Ferrer debió brillar en sus 100 días de Gobierno Municipal


[Editorial] Si bien es cierto que 100 días no son suficientes para dar una solución a los numerosos problemas que atraviesa la ciudad, era la oportunidad de este Gobierno Municipal para marcar lo que serían las acciones y definiciones de su rumbo, pues se trata de un plazo para evaluar al hombre que hoy está conduciendo los destinos de esta ciudad: Albino Ferrer. De quien hasta ahora no conocemos su programa de gobierno, tampoco de acciones trascendentales en esta primera etapa considerada crucial. Pensando en la experiencia política y municipal del reelecto Ferrer, este debió brillar en sus 100 días y no verse opacado por la inoperancia de algunos directores, asesores y funcionarios.


Franklin D. Roosevelt fue el primer Presidente estadounidense en acuñar el término –cien días de gobierno– y en usarlo con fines comunicativos. Como en muchos otros ámbitos, somos herederos de los usos de la política estadounidense. Roosevelt llegó al poder en el cuarto año de una crisis económica de alcance mundial. Necesitaba transmitir capacidad de reacción ante ella y mostrar resultados que cambiaran la situación. Generar confianza y optimismo en la ciudadanía y los mercados.

Los 100 primeros días de Roosevelt son, en cierto modo, únicos. Las circunstancias y un modo de hacer política muy diferente al actual permitieron que el Presidente pudiera ver aprobadas 15 leyes importantes en el Congreso. Sentó precedente e inauguró una nueva manera de medir los tiempos en la política. Roosevelt no se separó ya de la ola del cambio que supo crear.

Sin embargo en los 100 días de Ferrer no se conoce su programa de gobierno, de hecho, no fue muy claro durante la campaña de las elecciones municipales acerca de que pretendía para San Lorenzo, tampoco su discurso en su asunción ofreció una agenda ciudad, así también sus primeras medidas no atrapan el interés de una mayoría que espera cambios importantes, y que muchos de ellos le han votado con la promesa: “de que ahora si empezaremos a corregir algunas cosas”.

Al asumir Ferrer la Intendencia, aseguró que en los primeros 100 días de gobierno ordenaría primeramente la casa, y ello implicaba los recursos humanos, las deudas dejadas por su propia administración y de la desperdiciada gestión del exintendente Ramón Gill, quien asumió en lugar de Ferrer para que este siga su campaña, igualmente anunció que la mayoría de los directores continuarían en el cargo, pero que los pondría a prueba –pese a las promesas de cambio. En otros casos, también se comprometió con la creación de una planta asfáltica y que transparentaría su gestión.
  
En relación a los directores, es oportuno mencionar que los pequeños cambios introducidos en la institución han sido por ahora acertados, empero no revisten de relevancia, en Prensa, se ha mejorado el aspecto comunicacional de la institución; mientras que en la Administración del Mercado Central se consiguió mejorar ligeramente la organización del lugar, es preciso señalar que estos cambios no obedecen a una cuestión institucional, más bien político, puesto que se basan en “acuerdos con los concejales”. Ahora el caso de Aseo Urbano no es un tema menor, su Director Pablo Pérez si fue por una cuestión institucional, debido a la inoperancia por aquel entonces de los funcionarios; en efecto, Pérez hasta hoy viene mostrando sus buenos oficios, desde que asumió en julio del 2.015. Es más, fue el único que ofreció un informe acerca de los trabajos desarrollados en esta primera etapa.

La continuidad de algunos directores contrarresta totalmente el mensaje político que se busca instalar desde el oficialismo; ejemplo, el Director de Transito y Seguridad que hasta hoy sigue en el cargo de manera inexplicable. 

A juzgar por el manejo de nuestras autoridades, los cambios si se quieren hasta resultan fortuitos, si tomamos en cuenta la manera en que por lo general son escogidos los directores.

Pese a las promesas y tras los 100 días de su gestión, no se reportó que el Intendente haya avanzado en las materias comprometidas más arriba. 

En ese sentido, la confianza que pueda ser depositada en su gobierno sigue generando muchas dudas.

Considerando la experiencia política y municipal del reelecto Ferrer, más el apoyo político con que cuenta en la Junta Municipal, este debió brillar en sus 100 días, y no verse debilitado por la inoperancia de algunos directores, asesores y funcionarios.

Desde el Intendente pasando por los concejales hasta el último funcionario, deben de tener presente que la ciudadanía está harta y decepcionada del desorden y de su respectivo aumento que se vive. 

Es de esperar que las autoridades realicen una evaluación sobre la situación, que finalmente lleven a cabo un plan que permita a San Lorenzo crecer. Porque la decepción y el hartazgo tienen perspectivas de seguir en crecimiento.

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