Por Sergio Velázquez
Es increíble como un equipo no puede reflejar el optimismo que se notaba -en los entrenamientos, en las concentraciones, en los traslados- en donde debe demostrarse. En los partidos donde se debe ganar.
El partido entre San Lorenzo y Ovetense fue aburridísimo. No se jugaba a absolutamente nada, a lo que salía. No había estrategias o al menos no la pusieron en práctica en el encuentro, que no mereció ningún ganador y que finalmente el Rayadito no lo terminó siendo.
San Lorenzo tiene múltiples problemas y el más grave de ellos es el parecido que sigue habiendo con el equipo que dirigía el español Xavier Roura. Se supone que el equipo debía de haberse repuesto de esa racha negativa o de eso de que "el técnico no les llegaba". Pedro Osvaldo García ya tuvo que haber corregido eso.
Ya son dos partidos bajo el mando de García. Uno se ganó y en el otro se perdió. Pero el funcionamiento fue similar; es decir, no se ha mejorado futbolisticamente. El DT ya debe de darse cuenta de quiénes son los jugadores que le están rindiendo, de quiénes pueden rendir y de quiénes, definitivamente, ya no rendirán.
El "fantasma de la B" que lentamente va ganando terreno en San Lorenzo. Hoy día, el Rayadito está último en la tabla de promedios y lejos de la pelea por el ascenso. Una situación realmente preocupante.
Parece fantástico que Pedro Osvaldo García siga siendo respaldado como DT, pero éste debe empezar a meter mano en el equipo y ser consciente que está teniendo una importante oportunidad como entrenador principal de un equipo que aspira a la vuelta a la Primera División y debe defender su cargo, porque si los resultados no se dan, su condición no podrá pasar de interino a oficial.
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