Por Sergio Velázquez
Seis partidos. Tres derrotas, dos empates y una victoria. Últimos en el promedio, lejos de toda pelea por los primeros lugares. Peor no podemos estar.
Seis fechas donde se ha fracasado. Donde no se ha hecho nada como para creer en este equipo. Seis partidos ya son una suma considerable para un parámetro de saber a qué apuntamos como institución. ¿Estamos para subir o no?
Miremos los números. Son fríos. No es cualquier cosa. Estamos mirando más la tabla de promedios que la de las posiciones y eso es preocupante. El objetivo inicialmente era subir a Primera, pero de a poquito nuestra brújula se va desviando a un destino impensado.
El San Lorenzo de Roura ya ha jugado contra todo tipo de rivales. Ya sabemos cuáles son las limitaciones de su plantel y por lo que ha demostrado, muchos tenemos las dudas de si estamos para dar pelea. No han convencido futbolísticamente y ya llegaron al colmo de estar en zona de descenso.
La sensación que queda, analizando estas seis fechas que han pasado, es que el Rayadito no está para subir y, a medida que el campeonato avanza, parece que el objetivo terminará siendo otro.
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