Por Sergio Velázquez
Ya que tanto se tocó el tema de las ocasiones desperdiciadas de parte del Rayadito, fundamentales en los últimos resultados negativos, toquemos también las oportunidades que ciertos futbolistas tienen y no retribuyen con sus rendimientos.
Tanto se peleó, desde distintos sectores, la falta de oportunidad a los jugadores de la casa. Este año, más que nunca, la están teniendo. Más aún con un entrenador como Pedro Osvaldo, quien los conoce mejor que nadie, por los trabajos que éste ya ha hecho en Divisiones Formativas y en Reserva. Sin embargo, algunos de esos jugadores no demuestran estar a la altura de lo que en un principio era el objetivo. Tampoco sabemos si lo estarán para lo que,probablemente, se termine peleando.
Los volantes Daniel Recalde y Álex López tuvieron chances de sobra, ya sea de titulares o ingresando como relevos, pero éstos no marcan la diferencia. No crecen, no evolucionan, no van más allá de lo que pintaban cuando eran más pibes. Hoy ya tienen más de 20 años y ya debían de haber explotado. Tanto Roura como García se jugaron por ellos, pero no se justificaron y así, a media pila, esto no correrá.
Parece que no valoran la posibilidad de consagrarse figuras de un equipo que quiere volver a la Primera, además da la sensación de que no les afecta cada vez que se pierde un partido. No se encuentran explicaciones de ello.
Aparte de los de la casa, están otros que llegaron como incorporaciones, pero ninguno se convirtió en refuerzo. Muchos de ellos son apuntados para ser recortados en la segunda ronda, pero como no hay de otra, García tendrá que jugarse con ellos para los próximos cinco juegos que sobran, antes de la apertura del "mercado de pases".
Así también están los que sí aprovecharon su oportunidad. Mathías Martínez, titular indiscutible, fundamental para el funcionamiento del equipo; Hugo Mancuello, tremendo defensor, pero hoy día separado del plantel por indisciplina. Federico Estigarribia la rompió en su momento y se espera a ver qué pueden aportar los delanteros Felipe Rivarola y Armando Pessolani, la chapa ofensiva de la Reserva, que se "cagan de risa" haciendo goles, tras la falta de contundencia de los delanteros experimentados.
La falta de contundencia y la facilidad con que le llegan los goles, fueron dos cosas que García señaló correctamente en su análisis post partido. El equipo no anda jugando mal últimamente, pero esas dos falencias son las que a San Lorenzo le terminan costando el partido.
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