El pasado martes 08 de agosto se conmemoró un aniversario más de la Biblioteca Municipal Viriato Diaz Pérez, cumplió 42 años de existencia, oportunidad en que Rubén Capdevila, director de la Biblioteca Nacional, ofreció una conferencia sobre la vida de Viriato Diaz, demás no está calificar de excelente, la disertación no tuvo desperdicio alguno, fue enriquecedor.
Durante la conferencia se pudo observar de fondo una imagen instalada de la Virgen de Caacupé, acompañada por otras imágenes católicas, como si fuera que la municipalidad es un gobierno confesional.
Si bien se trata de la religión más importante términos de cantidad de fieles, en consecuencia su influencia en el ámbito de lo político y público, no debe ser un impedimento para las autoridades obrar como corresponde, en efecto: el artículo 24 de la Constitución lo precisa con toda claridad cuando, bajo el título “De la libertad religiosa y la ideológica”, dice: “Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin más limitaciones que las establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna confesión tendrá carácter oficial”. Más adelante habla de la relación de independencia con la Iglesia Católica y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas”. Vale decir, el Estado paraguayo es un Estado laico.
Sencillamente: el Estado admite todas las religiones pero no debe apoyar ni financiar a ninguna. En este sentido hay modelos muy interesantes en el mundo, la “Laïcité” francesa o la “Wall of Separation de EE UU”.
Es oportuno recordar que la propia biblia en el nuevo testamento plantea la separación entre Iglesia y Estado, Mateo 22:21: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". En otros casos el Papa Francisco manifestó el año pasado al diario francés La Croix que “un Estado debe ser laico. Los estados confesionales terminan mal. Esto va contra la historia”. Mientras que en el año 2013 dijo en Brasil: “La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad”.
Cabe aclarar que la libertad de culto no prohíbe la opinión entre religiones, uno podrá considerar o calificar de la manera como cree.
Tanto el director de Cultura Reinaldo Solis, como la bibliotecaria Zulli Ovejero y hasta el propio intendente Albino Ferrer, deben comprender que como lo público es de todos no se puede mezclar con las creencias místicas, justamente porque hay libertad de culto.
Es ilegal y una falta de respeto no solo hacia la ciudadanía que piensa diferente, también a la memoria de Viriato Diaz Pérez, quien no fue católico, fue teósofo.
Entonces, corresponde que las imágenes en cuestión sean retiradas del recinto municipal y llevadas a un lugar propio, asimismo la dirección de Cultura y la biblioteca antes que hacer propaganda religiosa tendrían que empezar a fomentar el respeto por la Constitución Nacional.
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