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17 de noviembre de 2017

El famoso “sigue porque nos sacó campeón”

[Opinión y análisis]  No es que uno quiera buscarle la vuelta a la situación o tenga algo personal en contra de algún integrante del cuerpo técnico del Rayadito. Pero de verdad, lo expresado en el título parece ser el único argumento por el cual la Directiva se inclinó hacia la continuidad de Sergio Orteman como DT de San Lorenzo. ¿O alguno de ustedes vio o escuchó al presidente Ramón Delgado (u otro dirigente) saliendo al cruce a respaldar el trabajo de esos profesionales? Porque yo, no.


Por Sergio Velázquez 


Orteman sigue como entrenador del Rayadito. Que a vos sí te guste y a mí no, es otro asunto. Es una decisión que ya se tomó y es el estratega con quien nuevamente se va a contar para intentar dar el paso tan esperado después de los fracasos deportivos en los últimos años. Ya se dio uno, subiendo a Intermedia, ahora falta el otro.

Sin embargo, no porque la decisión ya se haya tomado no podemos dar un parecer al respecto. Preguntarnos, ¿fue o no correcta? Porque si hay una cosa que no me gusta ser, dentro de esta función, es “panqueque”. Sí, “panqueque” de un “entrenador campeón” guiándome exclusivamente en el éxito reciente y borrar con el codo todo lo que escribí con la mano. ¿Quién dice que un periodista no puede decir cierta cosa en cierto momento? ¿De qué periodismo hablamos? ¿Del que se deba cepillar en las buenas para esperar dos o tres derrotas y empezar a “acribillar” al DT y al presidente porque “se escogió mal a los entrenadores” o porque resulta ser que “se debió traer a un DT con mayor experiencia”?

Entonces que los panqueques sigan nomas panquequeando, yo hago periodismo y me respeto a mí mismo y a mis lectores, sosteniendo todo lo que les venía diciendo desde abril hasta la última fecha de la Primera B. Yo sé que vos sabes lo que pienso al respecto, ¿te lo repito? No hay drama, Orteman no le sacó campeón al Rayadito; un puñado de futbolistas fueron los artífices que le sacaron campeón a él.

La mano de Orteman no se vio en muchísimos partidos, y los juegos claves y puntos vitales los obtuvimos, en más de una oportunidad, de “pedo”. En otras porque los muchachos pusieron lo que tenían que poner. De no ser por esos goles en el último suspiro, remates heroicos de un tal “Mudo” Valdez, no habríamos conseguido el ascenso. Y te agrego más. Si no fuera por el papelón de Colegiales ante Colón (igual de papelón que el nuestro frente a los chacariteños), una semana después tendríamos que haber jugado el repechaje contra R.I.3 Corrales, y quién sabe si lo ganábamos.

Seremos minoría los que nos animamos a decir que Orteman no merece esta nueva oportunidad al frente de San Lorenzo. Y es que parece una costumbre que los verdaderos sanlorenzanos seamos minoría en todo. Desde nuestra participación cívica a la hora de elegir autoridades o manifestarnos por el mal de desempeño de estos, hasta en lo deportivo, cuando en la cancha se ve un contraste aterrador en comparación a la multiplicación mágica de “hinchas” en las redes sociales. No nos engañemos con los sondeos en las Facebook o Twitter, donde hay miles de comentarios, pero de más de 10 coherentes u objetivos no pasamos. Con suerte los virtualistas se habrán enterado que el Santo estaba militando en la B.

Toda esta situación, guardando las diferencias (abismales entre ellas), nos invita a recordar a lo que pasó en el 2015, después de haber logrado el ascenso a Primera (la última gran alegría). ¿Se acuerdan? El “Loro” Ovelar fue el elegido para dirigir al equipo en Primera División. ¿Por qué? ¡Qué pregunta, chera’a! ¡Él ko nos subió, viejo! Entonces, ¿cómo echarlo?... Dirigió 5 fechas (dos derrotas y tres empates) y lo echaron… Que no vaya a pasar lo mismo ahora.

Independientemente al entrenador, había una infinidad de cosas mal hechas que derivaron a esos continuos fracasos. Pero una cosa es cierta; un campeonato como el ganó “Loro”, casi de la misma forma que lo consiguió el uruguayo es el peor argumento para que un vínculo sea extendido. Es como si solo el resultado importara y obligara al patrón a renovar el contrato (literal), más allá de que ese patrón (dirigente) esté convencido de que el proceso es válido y que hay que seguir ese mismo método.

Por último. La continuidad de Orteman estaba al caer, no sorprende para nada y pese a no estar de acuerdo, es sano para cualquier objetivo que las decisiones se tomen rápido, sin vueltas. Cuando se dio a conocimiento, no lo consideré como una mala noticia, porque es claro que uno pueda estar equivocado. Pero la función del periodista es esa, tener una vista crítica de las cosas, tener el coraje de decir lo que piensa y no callarse de acuerdo a las conveniencias. No estamos para casarnos con nadie, tampoco para estar dándoles con caño a todo el mundo. Se aprueba lo que está bien y se señala lo que, al parecer, se esté haciendo mal. Apoyo, buena onda, buena vibra; para eso están los hinchas y los dirigentes, quienes son los que se encargan de pagar los salarios y los premios, ¿qué mayor motivación que eso para un futbolista o un entrenador? Ninguna.

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