¡Miel con sabor a ascenso!

Sufrió al final, pero su supremacía en gran parte del partido más las estupendas tapadas de Quiñónez sobre el cierre fueron determinantes para que el Rayadito de Sergio Orteman se quede con un triunfo vital 1-0 ante Iteño, consiguiendo por primera vez en la temporada hilar tres victorias consecutivas. Además, se frenaron Guaireña, Fernando y Rubio Ñu, por lo que el Santo vuelve al segundo puesto, junto a 2 de Mayo, con quien justamente se enfrentará la fecha siguiente, en lo que será una verdadera Final. ¡San Lorenzo vuelve a depender de sí mismo! ¡Cada vez falta menos!

El Rayadito vuelve a depender de sí mismo./ Sergio Velázquez, San Lorenzo Hoy. 

El juego fue bastante disputado, con trámites parejos por momentos, donde San Lorenzo tuvo un leve dominio al comienzo, pero al final debió aguantar la presión del rival, pese a que se quedó con uno menos tras la expulsión de Rubén Pizurno por doble amonestación.

El Santo generó varias llegadas con jugadas bien elaboradas por los costados. Reyes fue determinante, al igual que Valdez, quienes empezaban casi todos los contragolpes. Vera recuperó muchas pelotas, Maciel y Cáceres arriba presionaban a los defensores rivales, y en la portería Quiñónez tuvo espectaculares tapadas al final.

Parecía que el primer tiempo se iba con el empate sin goles, pero Maciel dentro del área encontró el gol a los 42’, para anotar lo que fue el único tanto del partido, siendo la segunda vez que el delantero convierte con la camiseta rayadita.

Con este triunfo el Rayadito logra por primera vez en el campeonato hilar tres seguidos. También se beneficia por la caída de Guaireña ante Liberación, la derrota de Fernando en manos de General y el empate de Rubio Ñu en el clásico trinidense. De esta manera, San Lorenzo regresa al segundo puesto, compartiéndolo con 2 de Mayo, su próximo rival.

A tres rivales más debe enfrentar el equipo universitario: 2 de Mayo (local), General (visitante) y Fernando (local). El fixture es difícil, pero la ilusión de ascender se agrandó más que nunca.