El 14 de septiembre del año pasado el sanlorenzano Alberto Prats Rodas asumió como director del entonces “Hospital Materno Infantil de San Lorenzo”, hoy Hospital General de San Lorenzo, en remplazo de Lucio Aguilera.
El director Prats, apoyado fuertemente por un sector del movimiento Colorado Añetete, ha logrado elevar de categoría el hospital, tal como lo prometió durante su asunción, además de, mediante autogestión varias mejoras; y en vista a esa confianza, el pasado mes de diciembre se organizó un almuerzo solidario, una loable iniciativa de la bancada Añetete de la Seccional N° 1, pero con la organización y realización del autodenominado grupo “Sociedad Solidaria Sanlorenzana” y el Rotary Club San Lorenzo.
En este sentido, la comilona “San Lorenzo por Calle´í” se llevó a cabo con éxito, recaudando más de G. 100 millones, según los organizadores. Sin embargo se demoraron con la inversión, puesto que la ayuda tardó en llegar, aparentemente por desavenencias entre los organizadores y el entorno del director del hospital.
Estos hechos positivos no se pueden desconocer. Ahora, antes de avanzar e ir al tema que nos motiva. Es oportuno agregar una cuestión sumamente importante, cual es la inundación que sufre el hospital con cada fuerte temporal; en este caso el pasado viernes terminó por afectar a varios pacientes poniendo en riesgo el sistema de salud, incluso de urgencia se derivó a cinco pacientes a diferentes centros asistenciales. Ante la gravedad del asunto, es de esperar que esta problemática forme parte de la agenda no solo de las autoridades del nosocomio, también del Ministerio de Salud.
En relación a nuestro título, hemos observado cuestionamientos contra el personal de blanco. Tal es así que con cada publicación en relativo han saltado numerosas quejas de pacientes o de sus familiares, algunas de ellas también han llegado a nuestro correo electrónico, lo que indica que muy probablemente hay un grave problema con los recursos humanos.
Los “maltratadores” tienen que entender que se encuentran dentro del sistema de salud pública y que por obvias razones se deben a los pacientes, pero más allá de eso, existe una cuestión ética -que a propósito, los define como personas-: y es la de brindar siempre una atención médica adecuada, trato digno y respetuoso.
Esta problemática, que al parecer el director Prats no está tomando en serio o simplemente se encuentra desinformado, merece toda su atención, pues resulta injustificable tamaña impertinencia.
En cualquiera de los casos, urge medidas correctivas.
Los sanlorenzanos merecemos un Hospital General de San Lorenzo que brinde una atención con calidad y calidez.
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