Como era de esperarse para muchos, San Lorenzo volvió a sufrir un traspié. Quizá el más doloroso en lo que va del año, más allá de la diferencia o del rendimiento, la consecuencia que trajo consigo la caída ante Libertad.
El Santo fue superado categóricamente y casi que ni merece un análisis. Libertad hasta pareció sentir compasión en un momento dado del partido, porque podía haber marcado más goles.
Nueve fechas seguidas sin conseguir triunfos, acumulando más derrotas que empates, y ahora quedó a milésimas de la "zona roja".
Independientemente a cómo salga Capiatá vs Luqueño, el Santo se mantendrá afuera, pero el margen para el error es cada vez más pequeño. A esta altura la Copa Sudamericana ya está difícil de alcanzar, pero qué sentido tendría pelearla si conseguir una victoria, aunque sea contra el último de los promedios, cuesta tanto.
Luqueño será el próximo rival de San Lorenzo, quien vuelve a hacer de local. Aunque sea otro de los que pelea la permanencia, ningún equipo puede ser considerado accesible.
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