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29 de septiembre de 2014

Se empiezan a sentir las inoperancias


El segundo lugar del campeonato pasa a ser la prioridad 
para los que siguen vivos en el torneo.

El Rayadito volvió a quedar en deuda con su gente. Empató ante Caaguazú 0-0 de local y el sabor es igual al de una triste y amarga derrota, ya que lograron ganar sus perseguidores, que ahora están pisándole los talones.





Lamentable. Esa es la calificación perfecta que uno puede poner a la actuación del Rayadito ayer por la mañana. Empató un partido que pudo haberlo perdido, porque las veces que Caaguazú creaba situaciones de gol eran increíblemente desaprovechadas.

El partido se presentaba ante diversos temas debatidos durante la semana. Como la cantidad de cambios que había presentado Humberto Ovelar, que en total fueron cinco. Donde notablemente el mediocampo estaba totalmente descompaginado; prácticamente Pedro Irala era el único que cumplía realmente la función de obstaculizar los ataques del rival, pero se sabía que el resto físico a la larga se sentiría de parte suyo, por ello Ovelar quizás optó por poblar el medio de “chicos de la casa”, como Álex López, Carlos Pereira y Hugo Aquino. Pero la gran pregunta a la que difícilmente podremos encontrarle una respuesta, es la salida del “Capitán” José Barreto, a menos que por ahí salga a relucir alguna indisciplina suya.

Tras un primer tiempo espantoso se daba la posibilidad de que Ovelar realizara algún cambio, porque en la banca tenía buen recambio, por si no resultaban los experimentos, que a esta altura del campeonato el actual estratega se anima a realizar. El primer cambio fue Andrés Morínigo, en reemplazo de Pereira, que al igual que los otros jóvenes mencionados, no tuvo un gran partido; claro… tampoco toda la culpa se lo echamos a él.

Las otras variantes fueron Javier González por Álex López y Ariel Estigarribia por Aquilino Villalba, pero tampoco fueron suficientes como para poder revertir esa actuación del Rayadito.  Al finalizar el compromiso Ovelar se retiró del campo de juego abucheado por algunos hinchas que se hicieron presentes en el Gunther Vogel. 

La gran responsabilidad de esta “semiderrota” es de Humberto Ovelar. Primeramente por animarse a realizar ciertas improvisaciones con ciertos jugadores y segundo por los cambios inoportunos que hizo en la complementaria.

La posibilidad de que la Directiva destituya al cuerpo técnico resulta muy difícil, ya que en cuatro fechas resultará un poco complicado que el que venga a hacerse cargo pueda revertir esta situación, que por supuesto no está perdida; pero sí desconcertada y muy decaída.

En cualquiera de los casos en las que finalmente se dieran sobre las determinaciones que tomaran los dirigentes o el cuerpo técnico, acá tendrá que verse cómo subir los ánimos. Aparte de lo táctico, el tema psicológico no deberá escaparse de los ajustes que debe realizar el Sportivo San Lorenzo.

Con este empate San Lorenzo suma 45 puntos. Sigue en el segundo lugar y por ende, sigue dependiendo de sí mismo. Pero lo que se lamenta es la posibilidad de alejarse de algunos equipos que perdieron, como Independiente y Resistencia. Aparte Iteño venció sobre la hora a Tacuary y se colocó a dos puntos del Rayadito. 

Trinidense también es otro equipo que está motivadísimo con este tropezón del Santo, ya que logró vencer a Olimpia de Itá. Y el puntero Santaní definitivamente ya deja de ser una preocupación, ya que la diferencia que tiene por encima del Rayadito es de seis unidades, algo que ya lo coloca prácticamente en Primera.

A cuatro fechas, entre el cielo y el infierno, se viene otra semana llena de tensión y angustia para el Sportivo San Lorenzo.

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