[Editorial] Ante las múltiples irregularidades detectadas en la gestión de los integrantes de la Comisión Vecinal de Fomento San Roque, fue pertinente el nombramiento de un interventor para el caso. Lo contradictorio del tema es que hoy las “blancas palomitas”, quienes han vendido a la sociedad aquella imagen de personas serias y comprometidas con el bienestar comunitario, estas que a boca llena erigían críticas al Gobierno Municipal –sean estas correctas o no, por lo menos estemos o no de acuerdos; la desvergonzada Comisión Vecinal ni siquiera cumplía con lo mínimo que exigía la Ordenanza, la de presentar en forma trimestral los libros de Contabilidad y Actas. Es importante puntualizar que la controversia sostenida entre la mencionada Comisión y el Club 4 de Octubre no debería de empañar el quid de la cuestión, como pretenden los “vecinalistas”; considerando las graves irregularidades detectadas. En ese sentido es oportuno mencionar que el referido Club como institución privada debería de hacer sus esfuerzos por abandonar la plaza, en consecuencia corresponde al Ejecutivo tomar cartas en el asunto; pero ahora ese es otro tema. Pues bien, la Comisión debe de responder ante las autoridades municipales, y estas sancionar como corresponde.
El pasado 22 de marzo de 2.016 ha sido declarada acéfala, al tiempo de que la Intendencia Municipal designó a un interventor para que investigue más el caso de las escandalosas irregularidades que envuelven a la Comisión Vecinal de Fomento San Roque del barrio San Miguel.
El informe de rendición de cuentas revelado por la Dirección de Acción Social y que fueran publicadas por nuestro sitio digital, dan cuenta del descomunal despropósito de la Comisión, por lo que caben destacar las irregularidades detectadas en los periodos de fiscalizaciones realizadas de diciembre 2.010 a marzo 2.012, y desde marzo de 2.012 a agosto de 2.013, a lo que se suma el periodo correspondiente a marzo año 2.014 a abril del 2.015.
Ahora, eso sí, todo aquel que no haga causa común con los mismos, están en contra de los lugareños –payasadas pueriles, nada más bastardo; además, a la alevosía legal incurrida por la Comisión y la ostentación moral, lo contradictorio del caso es que los aludidos recorrían como “blancas palomitas” conformados en una delegación “vendiendo” aquella imagen creíble y respetable. Sin embargo grande fue nuestra sorpresa cuando los informes referentes a las rendiciones de cuentas presentaban grandes y preocupantes anomalías; la desvergonzada Comisión Vecinal ni siquiera cumplía con lo mínimo que exigía la Ordenanza: La de presentar en forma trimestral los libros de Contabilidad y Actas.
Es preciso señalar que la actual controversia –disputada por una plaza, entre un Club de la Liga San Lorenzana de Fútbol (el Club 4 de Octubre) y la Comisión Vecinal– no debería de empañar el foco de la comprometida situación de los "vecinalistas", como estos y sus seguidores pretenden desviar la atención.
En efecto, las groseras irregularidades cometidas por la Comisión Vecinal por un lado, y por el otro la arrogante ocupación de la plaza San Roque, que nada tienen que ver con el pernicioso actuar de los integrantes de la Comisión; si bien son asuntos que van por cuerdas separadas, no está demás mencionar que el referido Club al igual que otros deberían de hacer sus esfuerzos por abandonar los espacios públicos de la ciudad, por el bien de la comunidad, es decir lo “privado es privado y lo público es de todos dentro de las normas que lo atañen”; en consecuencia corresponde al Ejecutivo tomar cartas en el asunto, verdadera y honestamente; pero ahora ese es otro tema.
Pues bien, a juzgar por la Resolución (Nº 1.048/2.016) que nombra a Cristian Damián Giménez como interventor en este caso, quien tendrá que determinar responsabilidades; fue oportuna.
Es de esperar que el caso no quede en el famoso “opareí”, como tantos otros, y que el interventor no tarde en brindar su informe, a fin de que el Ejecutivo Municipal amplíe e impongan las sanciones que corresponden, y que estas sirvan de ejemplo a todas aquellas comisiones vecinales que no toman seria y honestamente su compromiso ante la comunidad y la Ley, porque ese es uno de los tantos problemas, muchas comisiones no quieren ajustarse a la Ordenanza.
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