San Lorenzo del Campo Grande está de fiesta, cumplimos 242 aniversarios como ciudad en coincidencia con los católicos que recuerdan a su santo patrono, San Lorenzo, a quienes saludamos desde este espacio.
Lamentablemente la situación de infraestructura y de servicios municipales contrasta totalmente esta celebración –que, es importante destacar, lo asumimos como una cuestión patriótica frente a un Gobierno Municipal que aún tiene muchísimo por hacer, en particular el intendente Albino Ferrer, que ya lleva su tercer periodo consecutivo en medio de escándalos de corrupción, por ello, por qué no señalar: proyectado como uno de los peores en la historia de San Lorenzo.
Hacer un amplio análisis sobre el infortunio de nuestra ciudad nos llevaría centenares de párrafos, de ahí que oportunamente señalaremos algunas de las inquietudes ciudadanas.
Las calles, principal preocupación, numerosas arterias se encuentran en lamentables condiciones, si bien se ha ejecutado la declaración de emergencia vial, la misma aparentemente fue realizada en muy mala forma, ya que no duraron ni un mes.
Tampoco se ha mostrado una seria intención en atender el problema, en efecto, propuestas como la de crear una dirección de Vialidad capaz de dar respuestas pasaron para la anécdota, igualmente el proyecto de crear una planta asfáltica no pasó de ser una de las tantas propagandas.
Los baches nos llevan al tránsito, a pesar de que hoy esta problemática ya lleva un carácter nacional, se ha hecho casi nada, con la salvedad de la creación de la Policía Municipal (PMT) turno noche y su respectiva reorganización, pero obviamente esta medida no alcanza siquiera para dar un respiro, es así que la dirección de Planificación no ha aportado absolutamente nada, al igual que la dirección de Tránsito, dependencias que deberían ocuparse de este asunto con la finalidad de contener la situación relativamente hasta tanto el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) de una respuesta, tal como se ha comprometido.
El mercado y sus variables, donde reina la anarquía, si bien vemos intenciones de que la ocupación de veredas y calles sean resueltas -más de los concejales antes que el intendente- este asunto ya debió ser planteado desde el vamos con políticas públicas de alto compromiso patriótico, y no improvisadamente. No obstante ojalá que la decisión de la Junta Municipal se siga manteniendo firme y que el proceso de reubicación se dé de una forma apropiada, y no que acabe en el famoso “oparei”.
En otros casos, los eternos vertederos clandestinos.
Empero de ver lejos la solución a los problemas manifestados, es nuestro deseo de que las autoridades redoblen esfuerzos con patriotismo y muestren resultados, en especial el intendente Albino Ferrer, quien sigue aplazado como tal.
Por lo tanto corresponde que sigamos festejando, pero teniendo muy presente nuestra triste realidad, será lo más apropiado.
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