Los antecedentes históricos de la plaza Cerro Corá, patrimonio nacional, hoy atacado por la municipalidad

La plaza Cerro Corá, considerado patrimonio nacional y muy a pesar de su condición cultural, está siendo atacada por la municipalidad, llevando a cabo obras del lado de la calle Coronel Bogado a intereses de un futuro centro comercial, desnaturalizando su estilo arquitectónico, avasallando cuanta ley y voluntad ciudadana se oponga. Considerando su importancia, el historiador Silvio Avalos Sánchez compartió con nuestra edición cultural de los domingos los antecedentes históricos de la plaza.

Vista de la Plaza Cerro Corá, desde el campanario de la Catedral./ Silvio Avalos, gentileza. 

En el Archivo Nacional de Asunción (Vol. 387 SH, F. 38) se encuentra el informe del Jefe de Urbanos de San Lorenzo del Campo Grande, José Gabriel Benítez, dirigido al Presidente de la República, Carlos Antonio López, el 30 de diciembre de 1848, mediante el cual entre otras cosas le comunica haber escriturado dos solares a favor del nuevo templo a edificar, por donación de los herederos de los finados ciudadanos Julián Toledo y Lucas Benítez.

Don Nilo González Meyer, en su “Historia de la ciudad de San Lorenzo”, empieza diciendo:

“Porque nos tocó por años observar las huellas dejadas por antepasados sobre estas tierras históricas; porque nuestra curiosidad aumentaba cada día, bañada con la acuciante melodía de la tradición de cuatro siglos; porque es justo y de buenos hijos avivar el fuego de los recuerdos tapados con mantos de cenizas de olvido; es que van estas líneas de historia, pequeña en sí, tal vez de poco valor, pero con mucha voluntad en servir de colaboración a su mejor esclarecimiento.

Que sean de homenaje a nuestra parroquia, cuyo archivo nos dio la mano antigua y amiga, en sus anotaciones en precios letras de dos siglos, que parecen escritas ayer…”.

Y más adelante, en el capítulo VI, que habla del traslado del pueblo y la construcción del templo en el nuevo asentamiento:

“Conjuntamente con la nueva iglesia a la que López delimitó predio de dos manzanas (la ocupada actualmente por el templo y la plaza Cerro Corá) amojonados con horcones de urundey de 10 x 10 pulgadas y dos metros de alto, que fueron dados a ver aún en pocos años, y sobra parado uno en la esquina de Coronel Romero y Coronel Bogado, el resto fueron extraídos y luego usados para trancas de ramplas de piedras”.

Asimismo la historiadora Margarita Durán Estragó, en la página 47 de su libro “San Lorenzo del Campo Grande. Memoria histórica” refiere:

“Más tarde se vio la necesidad de trasladar el pueblo a un mejor sitio y se reconocieron varios lugares para la instalación de la iglesia, centro neurálgico de todo poblado. Con la aprobación del Presidente López, el jefe de Urbanos José Gabriel Benítez efectivizó la donación graciosa de dos solares a favor del nuevo templo parroquial que se intentaba edificar. Dichas tierras fueron escrituradas en 1848 y pertenecían a los herederos de Julián Toledo y Lucas Benítez, antiguos moradores del lugar.

Se trazaron los límites de la futura plaza y se indicó el sitio de la nueva iglesia. Entre tanto, los preparativos para la construcción comenzaron a dar sus frutos. A comienzos de enero de 1852 se tenían 33.000 adobes depositados ‘bajo el galpón, en el mismo lugar designado para el nuevo templo .”