Padres y docentes de bien deben salir a defender la escuela San José

[Editorial]Denuncias muy serias han llegado a nuestra redacción sobre los “tejes y manejes” administrativos en la escuela San José, aunque siguen llegando, pero por una cuestión de rigor periodístico no lo publicamos, por lo que instamos a los padres y docentes de bien a salir a defender la escuela, que de seguro nos tendrán ahí para apoyarlos. En este sentido, los padres y profesores deberían de profundizar la situación, ser conscientes de que sus propios hijos son los perjudicados.



En marzo pasado hemos recibido sendas denuncias sobre irregularidades en la escuela San José, del barrio del mismo nombre, aunque siguen llegando, pero por una cuestión de rigor periodístico no lo publicamos. Las mismas refieren falta de transparencia de las ACES así como de supuestos pagos irregulares, cargos ocupados sin concurso y comisionamientos que finalmente no son cumplidos.

Por supuesto, nuestro equipo periodístico ha recurrido hasta la institución, cuya directora María Benita aparentemente no se hizo encontrar, por lo que decidimos buscar a la supervisora Graciela Vargas, quien dio una endeble explicación, más bien se preocupó sobre quien realizó la denuncia antes que por lo más importante, las irregularidades; fue así que recurrimos hasta la coordinadora departamental del MEC, Mirian Fernández, sin embargo, llamativamente dijeron que no tiene tiempo para responder la denuncia.

Como se podrá apreciar, llama la atención, pues atendiendo que se trata de un asunto tan grave y que no se le dé el debido interés -como la coordinadora Fernández-, todo apunta a que estamos ante un cínico encubrimiento, entre algunos padres, docentes y autoridades educativas.

Los padres y docentes de bien deben de levantar su voz de protesta y si es necesario tomar la escuela, ya no alcanzan las denuncias anónimas -ahí nos tendrán para apoyarlos-, para que a las autoridades y a los medios de prensa les llegue este repugnante hecho; de su intervención depende, en última instancias, que sus hijos tengan la educación que se merecen.