Es bien vista que al Intendente Albino Ferrer no le interesa resolver el problema del tránsito, y ni imaginemos como estarán los funcionarios de la Dirección de Tránsito, empezando por su Director.
Las pocas reuniones impulsadas por los concejales con ánimos de aminorar el mencionado problema han que dado en el famoso “oparei”. Tampoco se ha visto a la intendencia desarrollar alguna con seriedad, y como si fuera poco, en ocasiones hasta los propios ediles quedan ridiculizados cuando los directores son convocados por ellos a reuniones y estos los ignoran.
Con esto queda claramente que no hay plan estratégico, no hay nada. “Todos hablan simplemente de que la Municipalidad sola no va resolver este problema que afecta a miles de sanlorenzanos y a otros”. Mientras, muchos ciudadanos sufren esta incompetencia.
Si bien es un asunto que implica la cooperación del Estado para proyectar obras de envergadura con el fin de dar un corte definitivo, no es menos cierto que la institución municipal deba quedarse de brazos cruzados. Ejemplo, es lamentable saber que en las direcciones de Planificación y Transito existan proyectos “durmientes” y a su vez interesantes para afrontar esta realidad.
Es oportuno recordar una vez más nuestra sugerencia. La de analizar la continuidad en el cargo de algunos directores, en este caso, el Director de Tránsito, Evaristo Masi, si este no desarrolla sus tareas para lo cual fue asignado, “así como muchos creemos”, debe ser cambiado. O simplemente no cuenta con el respaldo político suficiente para llevar adelante los proyectos y ordenanzas alusivos a su dependencia –tal como lo admitió en su momento el Director de Planificación, Carlos Iriarte– tenga por bien sabido señor Intendente que es su responsabilidad respaldar a sus subalternos.
Si usted señor Albino Ferrer desea una reelección, pues póngase a trabajar competentemente en todos los problemas que aquejan a la ciudadanía, entre ellos el tema cuestión; y deje junto a sus funcionarios de expresar infundadamente lo que ya nadie les cree. De tal manera a recuperar la confianza que muchos ciudadanos mantuvieron en su gestión, haciendo la salvedad de que lo que no se hizo en dos o tres años no se podrá hacer en uno.
Hecha la propuesta, cabe esperar un mejor enfoque institucional en la problemática del caótico transito.
Las pocas reuniones impulsadas por los concejales con ánimos de aminorar el mencionado problema han que dado en el famoso “oparei”. Tampoco se ha visto a la intendencia desarrollar alguna con seriedad, y como si fuera poco, en ocasiones hasta los propios ediles quedan ridiculizados cuando los directores son convocados por ellos a reuniones y estos los ignoran.
Con esto queda claramente que no hay plan estratégico, no hay nada. “Todos hablan simplemente de que la Municipalidad sola no va resolver este problema que afecta a miles de sanlorenzanos y a otros”. Mientras, muchos ciudadanos sufren esta incompetencia.
Si bien es un asunto que implica la cooperación del Estado para proyectar obras de envergadura con el fin de dar un corte definitivo, no es menos cierto que la institución municipal deba quedarse de brazos cruzados. Ejemplo, es lamentable saber que en las direcciones de Planificación y Transito existan proyectos “durmientes” y a su vez interesantes para afrontar esta realidad.
Es oportuno recordar una vez más nuestra sugerencia. La de analizar la continuidad en el cargo de algunos directores, en este caso, el Director de Tránsito, Evaristo Masi, si este no desarrolla sus tareas para lo cual fue asignado, “así como muchos creemos”, debe ser cambiado. O simplemente no cuenta con el respaldo político suficiente para llevar adelante los proyectos y ordenanzas alusivos a su dependencia –tal como lo admitió en su momento el Director de Planificación, Carlos Iriarte– tenga por bien sabido señor Intendente que es su responsabilidad respaldar a sus subalternos.
Si usted señor Albino Ferrer desea una reelección, pues póngase a trabajar competentemente en todos los problemas que aquejan a la ciudadanía, entre ellos el tema cuestión; y deje junto a sus funcionarios de expresar infundadamente lo que ya nadie les cree. De tal manera a recuperar la confianza que muchos ciudadanos mantuvieron en su gestión, haciendo la salvedad de que lo que no se hizo en dos o tres años no se podrá hacer en uno.
Hecha la propuesta, cabe esperar un mejor enfoque institucional en la problemática del caótico transito.
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