Por Sergio Velázquez
Se dio el debut del estratega argentino Miguel Pavani en el Rayadito, quien había llegado para "corregir el rumbo", que hasta ahora continúa hacia un confín desesperante. Para ser su primer partido, fue muy bueno, donde se ha corregido uno de los puntos más débiles; una de las razones futbolísticas de este presente en el Intermedia.
Hemos visto un partido interesante. Lo vimos a un San Lorenzo protagonista, a un equipo con hambre, con ganas de llevárselo al rival por delante, más allá de tratarse de uno de los equipos mejor ubicados en la tabla de puntuaciones. Hubo rebeldía y nada de respeto ni timidez de parte del Rayadito y eso es bueno. Podríamos considerar cierta mejora en ese semblante.
La defensa bien meticulosa y sin buscar especulaciones a la hora de despejar. Casi no fueron intimidados por el rival, salvo en el gol de ellos y en algunas apariciones, en donde también intervino el arquero Wilson Quiñónez. La defensa no le hizo fácil al rival, como lo fue en otros partidos, como contra Ovetense, Colombia y Caaguazú (los más recientes).
En algo se mejoró, pese a que Pavani no trabajó mucho tiempo, debido a que llegó el jueves al club. Ahora. El punto que sigue sin subsanarse es "la puntada final". Se siguen desperdiciando exuberantes jugadas de gol. A San Lorenzo le cuesta una enormidad hacer goles y no tiene consigo un delantero que le garantice eso. No cuenta con el distinguido "gol vy'a" o "goleador nato". Tampoco sabemos si Pavani tiene el señorío de perfeccionar eso. Porque también pasa por la índole de delanteros, que hasta aquí no se ha destellado en el plantel.
Los dos puntos más endebles de San Lorenzo, que remarcamos en casi todos los partidos, fueron esos. La viabilidad con la que le entran los goles y la dificultad en convertir. El primero se corrigió (al menos ayer); el segundo aún no.
También fue la primera prueba de convencimiento para algunos jugadores. Pavani los vio en un partido oficial y jugando ante un candidato potable al ascenso a Primera, que no habrá sido lo mismo que mirarlos en las prácticas. De aquí en adelante el panorama estará un poco más claro para el argentino, de quien veremos a quiénes los seguirá bancando y a quiénes buscará descubrir.
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