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| Villareal y Brítez cursaron durante las sesión de la Junta. |
El concejal Ignacio Brítez dijo que no es la primera vez que su colega Dorotea Villareal “se sobrepasa”. En este sentido expresó que su impertinencia es de siempre.
El concejal Brítez explicó que solo pretendía que el pleno reciba brevemente a una persona como hasta hace poco era de costumbre, puesto que se trataba de una institución en peligro de derrumbe.
Indicó que en la comunidad educativa hay mucha preocupación.
“Esta gente está desesperada, están recurriendo a todos los medios a su alcance y creían que el lugar más apropiado era venir a exponer a sus representantes que somos nosotros los concejales municipales, pero como ahora hay un plan de austeridad en el relacionamiento con la gente, entonces no pudo pasar a exponer”, dijo.
Asimismo resaltó la importancia de “la comunicación entre ciudadanos y Junta Municipal”. Apuntó que "debería ser muy fluida y no debería de haber ningún protocolo y mucho menos leyes estrictas que prohíban”.
Agregó que resulta contradictorio que durante las sesiones se reciba a funcionarios municipales o gubernamentales y a los vecinos se los haga a un lado.
Recordó que ya ha solicitado junto a otros dos concejales a través de una minuta para que “nuevamente los vecinos sean recibidos antes de las sesiones”, de modo a que sean escuchados y así realizar las gestiones.
La concejal Villareal es conocida como la “concejal añarako”, por tratar a unos vecinos del barrio Mitaí de “añarakopeguare”. La chabacana representante sanlorenzana insultó a los vecinos luego de que se retiraran de la sala de sesiones, quienes rechazaron la construcción de un club privado en una plaza, a lado de la capilla Stella Maris, lo que aparentemente molestó a la edil.
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