A pesar de haber dejado una buena impresión en el empate 1-1 ante Nacional, donde el Rayadito se puso en ventaja de penal a través de Juan Manuel Salgueiro, el resultado es insuficiente para zafar de la incomoda zona de descenso.
Para mantenerse en la categoría, el equipo de Roberto Torres deberá hacer más que jugar bien. Tiene que aprovechar que cuenta con el máximo goleador del fútbol paraguayo en vigencia y a un gran asistidor como Salgueiro, para afinar la puntería y convertir esas chances tan claras que genera.
Su equipo juega muy bien, muestra mucho orden y presiona desde el inicio. Como cualquiera, cae en la desesperación en el tramo final ante la impotencia de no poder capitalizar las situaciones de gol. Pero es interesante el funcionamiento en todos los sectores, con laterales recuperadores y ofensivos (Víctor González por derecha, Balbuena por izquierda), centrales mucho más prolijos que antes como Cáceres y sobre todo Ruiz, una envidiable contención conformada por Miño y Santacruz, y un cuarteto que juega casi de memoria, con Brizuela y Alex por los costados, Salgueiro el nexo y Salcedo el ejecutor.
Hay con qué pelear el objetivo, pero los mismos deben ser realistas que en las próximas jornadas, que en total son nueve, el Santo debe ganar más que empatar; y prácticamente tiene prohibido perder. Así son las cosas.
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